Muchos padres y madres me preguntan cuáles son las actividades extraescolares que más les convienen a sus hijos/as, si creo que les benefician o por lo contrario les suponen una sobrecarga.
En primer lugar es importante que los niños/as elijan la actividad en la que les gustaría participar. Los padres pueden orientarles, informarles en qué consisten, las que hay disponibles... pero nunca imponer la participación en alguna de ellas.
Las actividades extraescolares deben satisfacer las necesidades de los niños y niñas y no las de sus padres. Los niños/as deben sacar de ellas un disfrute y aprendizaje.
En ocasiones nos encontramos con niños/as con una actividad excesiva. Llegan al colegio a las 9 de la mañana y no paran hasta las 8 de la tarde, con partidos y exhibiciones los fines de semana. En estos casos pueden llegar a agobiarse al estar siempre pendientes de la siguiente actividad a la que acudir. Todos y todas tenemos la necesidad de relajarnos, tener momentos de desconexión; en los niños y niñas suele ocurrir con el juego libre, tan , e incluso más importante que las actividades extraescolares.
Con el juego libre desarrollan la creatividad, capacidad de decisión, aprenden a negociar entre iguales, trabajo en equipo y a resolver los conflictos de manera más autónoma. Por estas y muchas más razones se considera que el juego es fundamental para el desarrollo de los niños y niñas, es importante que sigan practicándolo.
Es importante fijarse en la metodología que usan los profesores y profesoras de las actividades extraescolares. Es recomendable que sigan una línea lúdica y recreativa y no tan instructiva y de corte académico; sobre todo en edades infantiles.
Siempre recomiendo buscar tiempo para llevar a cabo actividades para toda la familia, también por semana. Clases de natación conjuntas, paseos en bici, playa, deportes,... El disfrute en familia se multiplica.