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lunes, 15 de abril de 2013

Taller sobre Celos Infantiles

El próximo viernes tenemos una cita con el taller para familias de la Asociación Chuchamel.
Esta vez toca el tema de Celos Infantiles, comentaremos los siquientes puntos:

CELOS INFANTILES.
-Cómo se manifiestan.
-Recomendaciones previas al nacimiento del hermano/a.
-¿Qué hacer cuando el hermano/a ya está con nosotros?
-Actitudes que adoptan los padres.
 
Viernes, 19 de abril a las 18 horas en la Casa de la Bola de Cangas.
 
 
 

lunes, 8 de octubre de 2012

Celos infantiles

Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido. Los celos entre los/as hermanos/as surgen en un afán por tratar de conservar de manera exclusiva todo el afecto de uno o ambos progenitores. El problema surge con la llegada de un hermanito/a, el niño/a/la percibe que sus padres dedican mayor atención a un "intruso". Y empiezan los cambios: Horarios, actividades, el tiempo de atención exclusiva se ve reducido, etc. Ya nada es lo mismo... "El príncipe/princesa ha sido destronado".

¿Cómo se manifiestan los celos en los niños/as?

Las manifestaciones son múltiples. Pero destacaremos algunos comportamientos
fácilmente observables y frecuentes:
  •  Rivalidad abierta: se manifiesta de forma verbal hacia el otro: “no quiero al hermanito/a”, “quiero que te lo/a lleves”, etc.
  • Actuaciones agresivas hacia el bebé: de la palabra se pasa a la acción; el niño/a le quita los juguetes a su hermano/a, le tapa la nariz, etc.
  • Hostilidad hacia la/el madre/padre: con formas de actuación que saben que molestan a la/el mamá/papá: “desobedecer”, “oposición sistemática hacia lo que se le pide”, etc.
  • Hostilidad hacia sí mismo/a: “te vas a enfadar conmigo”...
  • Regresar a comportamientos más infantiles: “ponme el chupete”, “hablan como si fueran más pequeños/as”, repetición de palabras y frases, tartamudeo, etc.
  • Signos de infelicidad y/o frustración: lloro frecuente y sin motivo aparente, momentos de tristeza, preguntas alusivas a sí se le quiere o no.
  • Negativismo: responder con un NO, a propuestas que antes aceptaba, a veces sin escuchar lo que se le expone y/o pide.
  • Escaso apetito: come menos que antes y se niega a probar alimentos que antes pedía.
  • Sueño irregular: en general pide ir a la cama de los padres, o solicita compañía en la suya, llama frecuentemente a un adulto.
  • Cambio de estado de ánimo sin causa aparente: pasa de quietud a intranquilidad, de alegría a tristeza, de actividad a inactividad.
  • En casos extremos pueden aparecer manifestaciones de tipo orgánico: vómitos, anorexia, mareos, terrores nocturnos, insomnio etc.
  • En ocasiones adoptan conductas desafiantes hacia los padres/madres, familiares y profesores/as, menosprecian a compañeros, se aíslan socialmente, muestran pruebas de afecto exageradas...
Nunca falta un rasgo común en todas ellas: el sufrimiento del/de la niño/a, acompañado de un sentimiento de culpabilidad.
A continuación se muestran algunos consejos para atenuar los celos infantiles:
  • Preparar al/a la niño/a diciéndole que se le va a querer igual y que no perderá ningún privilegio.
  • Leerle historias que traten sobre la llegada de un/a hermanito/a y resaltarle lo bueno de esto.
  • Trabajar sobre el control de las emociones. Jugar a poner cara de enojado, cara de bronca y cara de contento. Y pedirle que cuando nazca su hermano/a exprese su sensación con una cara. Esto ayudará a decir qué le está pasando. Es preferible que se exprese de esa manera y no pataleando o con otras actitudes agresivas.
  • Mostrarle fotos de cuando él era bebé, mostrarle cuándo la madre estaba embarazada de él/ella. Esto ayuda a mostrarle que él tuvo la misma atención antes de nacer que la que ahora ocupa su hermano/a.
  • Hacer partícipe a los/as hijos/as de las tareas que conlleva la llegada de su hermano: Preparar la cuna y habitación, adquirir la ropa...
  • No hacer grandes cambios, como por ejemplo cambiarlo de cuarto.
Para cuando haya nacido su hermano/a se recomienda:
  • Respetar las mismas rutinas que tenían y seguir llevándolo adonde siempre se lo llevaba.
  • Que no sienta que su hermano/a le está quitando tiempo y lugar.
  •  Aumentar la demostración de afecto. Valorar todo lo que haga.
  •  Buscarse espacios para quedar a solas con él/ella.
  •  Advertir a los familiares que en las visitas que nos realicen eviten expresiones del tipo: "ahora si que vas a tener que compartir ", o "ya sabes, lo tendrás que cuidar porque el/ella niño/a será muy pequeño y tu ya eres mayor ", etc.
  • Fomentar la buena relación con su hermano/a. Darle un lugar importante, por ejemplo decirle que él es el encargado de cuidar a su hermano menor o de enseñarle algo.
  • Así mismo incitarles a que sus expresiones hagan alusión a aspectos positivos referidos al nuevo hermano/a: "te vas a divertir mucho ", "con un/a hermano/a vas a poder jugar cuando se haga un poco más grande", etc.
  • Evitar frases que recriminen sus acciones: "No lo toques", "Aléjate que no me fío de ti", "Que se te va a caer" .
  • Estimular con expresiones positivas todo acercamiento: "Qué bien lo cuidas" "Eres muy responsable", "Ves que lo vas a bañar muy bien" .
  • Involucrar a los/as hermanos/as en las tareas de cuidado, higiene, alimentación etc.
¿Qué actitudes deben adoptar los padres?
A continuación se presentan una serie de consejos que evitan la aparición y/o mantenimiento de conductas celosas dentro de la familia.
  •  Evitar: (en la medida de lo posible): Los gritos y las descalificaciones. Las atenciones y dedicación excesivas. Privilegios a unos/as hijos/as frente a otros/as. Comparaciones entre los diferentes hijos/as. Atenciones y recompensas al "chivato". Comentarios de vecinos/as, amigos/as y familiares haciendo comparaciones de vuestros/as hijos/as.Un trato irónico, o risa y burla ante conductas inadecuadas. Que el/la hijo/a mayor deba asumir en todo momento la responsabilidad del cuidado del hermano/a menor. La competitividad entre hermanos/as. Tomar en cuenta las conductas propias de bebé (impropias de la edad).
  • Tratar con afecto y atención frecuentes a tus hijos/as para que perciban que son queridos/as.
  • Favorecer el juego con todos/as los/as hijos/as (para lograr una mayor armonía entre los/as hermanos/as).
  • Promover un clima de sosiego y tranquilidad en todos los momentos posibles.
  • Educar a los/as hijos/as en el control de sus emociones: aprender a soportar pequeñas frustraciones, alegrarse del éxito de los demás, responder con tranquilidad ante situaciones adversas, enseñarle a aceptar sus incapacidades y dificultades con optimismo.
  • Respetar el espacio de juego e intimidad de cada hijo/a.
  • Estimular a los/as hijos/as para que expresen lo que sienten con libertad y puedan compartir
    tristezas y alegrías.
  • Dar afecto a los/as hijos/as sin distinción de edad. En nuestra sociedad solemos prestar excesiva preferencia afectiva al niño/a pequeño/a omitiendo de forma bastante brusca e inconsciente la atención a los/as hermanos/as mayores. Sin embargo, son éstos los que pueden manifestar conductas celosas y no el recién nacido que no es consciente del momento.
  • Valorar a nuestros hijos/as delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo comentario negativo sobre ellos/as.
Los celos son comportamientos totalmente normales y forman parte del desarrollo emocional de los/as pequeños/as.